jueves, 10 de febrero de 2011

La receta infalible para cocinar un finalista del notodofilmfest

Cuando, arrinconado entre la espada y la pared, este fin de semana le confesé a mi madre que había empezado a escribir un blog, he de decir que su rostro se llenó de ilusión al oir el nombre de este blog. No había otra alternativa: o confesar el porqué real de tantas horas encerrado en la habitación, o dejar que pensase que en la edad adulta me sigo masturbando de manera compulsiva con el catálogo de ropa interior de La Semana de Oro de El Corte Inglés.
Por desgracia su ilusión duró menos que un corto triple destilación... lo que tardó en descubrir que Bitter&Sour no es un blog de cocina (destinado a perpetuar en el mundo ilustres recetas familiares, como por ejemplo los macarrones con chorizo, o el sorbete de Red Bull), sino otro ejercicio más de onanismo. "¿Acaso no tenias suficiente con La Semana de Oro?" fueron sus palabras antes de dar un portazo.

Así que, en un intento de recuperar el prestigio ante mi madre (por suerte no tengo que preocuparme de ningún otro prestigio, ya que carezco de él), y en honor de todos aquellos despistados que hayan podido terminar aquí buscando la receta de la limonada, he decidido incluir una receta en este blog... ¡que nadie se haga ilusiones!. De momento el sorbete de Red Bull seguirá formando parte del secreto de familia. Empezaremos por algo más sencillito, algo al alcance de cualquier mortal que siga al pie de la letra la receta: un finalista del notodofilmfest (De algo me tenía que servir haber visto los 115 finalistas). No hace falta experiencia. Solo hay que respetar los ingredientes, las proporciones y la manipulación... de los alimentos, por supuesto (otro tipo de manipulaciones solo están al alcance de cocineros avezados).

INGREDIENTES
- Un famoso. La clave de un buen plato es trabajar con productos de primera calidad. Y la manera de asegurar la calidad es comprar siempre primeras marcas (En el peor de los casos, si sale malo, nadie se atreverá a echar en cara tu elección). Los famosos son un producto fresco, de temporada, y por tanto dificiles y caros de conseguir... por eso es recomendable tener un amigo en el mercado que te consiga un buen descuento.

- Un ser entrañable. Un detalle emocional en el plato es una garantía de éxito. En este caso no importa la calidad del producto, si es necesario puedes limitar su presencia a algo puramente ornamental. Si no tienes un anciano a mano, no te preocupes. Puedes sustituirlo por cualquier otra especie, como un animal, o un niño. Si eres atrevido(a), puedes probar incluso con alguna especie(a) exótica, como los frikis.

- Un giro de guión. Condimento necesario de este plato. Hay miles de marcas y sabores. Da igual si el sabor es conocido o no, lo importante es elegir uno que provoque un contraste de sabores y sensaciones en el paladar (como por ejemplo el Peta-Zeta).

- Una Canon. Para un cocinero novel, la marca de la olla parece ser tan importante como los ingredientes de la receta (mi abuela en cambio es la McGiver de la cocina, capaz de preparar unos chipirones en su tinta en un colador). Siendo una Canon, ya da igual el modelo de olla: puede ser 5D, 7D o 550d.

PROPORCIONES
Las proporciones son tan relevantes como los ingredientes, si queremos conseguir un plato de éxito. Por ejemplo:
- "Una peli de": 10 finalistas de 35 participantes, un 28%
- Categoria General: 115 finalistas de 920 participantes, un 12%
Que nadie se "ralle" (dado el caracter culinario de esta entrada, esa es la ortografía correcta). Hay verdades, mentiras y estadísticas (aviso para navegantes: este argumento es totalmente inútil delante de los padres para intentar camuflar una nota del 15% del percentil)

ELABORACIÓN
Vale, lo tenemos todo. ¿Que hacemos ahora con los ingredientes? Fácil:
1. Hazle un guiño al jurado. Efectivamente, hacer la pelota ha sido siempre un valor seguro. Da igual que quien elige los finalistas sea un comité de selección y no el jurado directamente. El jefe es el jefe. Tienes que pensar siempre para quién cocinas, y tener en cuenta sus gustos. Ni se te ocurra prepararle un chuletón a un vegetariano (o en mi caso, invitarme a una ensalada). Identifica quienes son los miembros del jurado y estudia sus gustos. Luego en la práctica basta con que incluyas el nombre de alguno de ellos en el título, copies su estilo, o simplemente hagas un remake de alguna de sus películas.

2. Elige un fotograma y un título que enganchen. Da igual lo bueno que te haya quedado el plato. Si en la carta del menú lo presentas con la foto y el nombre adecuados, todo el mundo pedirá tu plato. Es lo que yo llamo estrategia VIPS (mas conocida como estrategia Iberia entre las generaciones de más edad). ¿Como elegir la foto y el título adecuados? No hay duda. Cuanta más carne, mejor: un desnudo es lo más efectivo o, en su defecto, una foto detalle: un escote, unas piernas, un culo... en cuanto al título, basta con incluir alguna palabra del tipo sexo, porno, etc. Cuando llegues a dominar los principios básicos de este apartado, podrás atreverte a experimentos más audaces, y crear títulos que hagan juegos de palabras, rimas o chistes sobre la actualidad.

3. Participa desde un lugar recóndito. Cocinar un plato exótico tiene múltiples ventajas. Por ejemplo:
- Como nadie conoce la receta, no podrán comparar. Nadie cuestionará si el sabor a huevos podridos de las larvas de escarabajo en su salsa es intencionado, o simplemente fruto de la torpeza del cocinero.
- A todos nos gusta parecen cosmopolitas, abiertos a nuevas culturas y formas de expresión. Y el jurado más, que para algo son gente del mundo del arte. Admitir que algo exótico sabe mal puede ser percibido por la masa como un signo de intolerancia. Por contra, disfrutar del plato con sabor a huevos podridos será aplaudido por la mayoría como ejemplo de confraternización y de apoyo sincero al desarrollo cultural de las zonas más deprimidas.
Cuando domines esta técnica, te darás cuenta de que, para ser exótico, no es necesario atravesar el mundo hasta aterrizar en el atolón de Mururoa... a veces basta con ir hasta El Rebollar.

4. Participa en una categoria extraña. Ya lo hemos visto en las proporciones. La intención natural de todo el mundo es preparar el plato principal de la comida. Nosotros vamos a centrarnos en preparar algo menos competido y más sencillo como, por ejemplo, el pan. Con un poco de suerte, el pan se convertirá en el rey y salvador de la comida... tan pronto como el plato principal sepa a huevos podridos, o sea escaso. Es lo que se conoce como el efecto Nouvelle Cousine.

5. Se soez. Condimentar fuerte la comida es una truco básico de todo cocinero. Eso te permitirá disimular múltiples carencias, como la calidad de una buena materia prima, o una buena técnica. Es mejor pasarse que quedarse corto. Practica hasta que te salga de una manera natural. Que tus personajes no digan ¡caracoles! pudiendo decir ¡joder!. Recurre a condimentos escatológicos y religiosos tanto como sea posible, son los más efectivos.

6. Rueda una oda al Plano/Contraplano. Si has respetado el resto de ingredientes e indicaciones de la receta, no tiene sentido que pierdas el tiempo experimentando con novedosos métodos de elaboración o texturas. Cocción sin agua, congelación con nitrógeno líquido, tortilla de patatas desestructurada... eso déjalo para Ferrán Adriá.

TIEMPO DE COCCIÓN
Como en toda receta que se precie, el tiempo de cocción es clave para obtener un buen resultado. Por si alguien no se ha dado cuenta, el notodofilmfest es como el Black Jack (o las Siete y Media, para que me entiendan mis colegas del Bar Sevilla). "El Precio Justo" del mundo del corto. Parece que gana aquel que, sin pasarse, más se acerque al precio justo. Que en este caso son 3'30".
Hay que asimilar rápidamente este principio si no quieres fracasar. No importa que el tiempo de cocción correcto para tu plato sea 1 minuto, o que estés preparando un steak tartar, o un carpaccio de salmón... igualmente tendrás que cocerlo 3'30". Solo cuando domines la cocina podrás saltarte este falso precepto.

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