(De plátano).
2. prnl. Entregarse a la indolencia o inactividad, en especial por influjo del ambiente o clima tropicales.
Supongo que quien inventó este tropical verbo nunca tuvo la oportunidad de comprar plátanos en el hiperespacio, donde podrían usarse para cascar nueces, ya que en tal caso su significado habría sido otro: Adquirir una alta dureza y resistencia, de manera que el sujeto referido podrá ser utilizado como elemento percutor en diversas tareas como, por ejemplo, el apaleamiento de indignados en la Plaza de Catalunya.
Sea como fuere, y en cualquiera de sus significados, he de decir que el calor me aplatana, ya sea al ver subir el mercurio en los termómetros, o al ver menguar la longitud de algunas faldas. Y cuando me aplatano, no debería ver cortos, porque me vuelvo un ser tolerante y necesitado de cariño, inofensivo.
Mal día elegí para volver a ver cortos... o tal vez no. También cabe la posibilidad de que no sea problema del calor, sino del lugar por el que he empezado: los cortos españoles que han sido nominados a los Oscars.
Algo fácil, ya que, por desgracia para aquellos poseedores del gen del orgullo patrio, la lista es corta, muy corta. Vamos por orden cronológico:
ESPOSADOS, de Juan Carlos Fresnadillo (1997)
Esta especide de cruce entre el cine de Berlanga y el de Hitchcock es, para mi gusto, el más flojo de todos nuestros nominados. Para empezar, un corto largo, demasiado largo. Y con un guión decorado con varias inconsistencias, y un final previsible. Si hubiese sido más corto, tal vez no me habría dado tiempo a pensar en esas cosas, pero se diría que a Fresnadillo le regalaron kilómetros de película con la única condición de gastarlos.
Y volviendo a las inconsistencias del guión, digo yo:
- ¿En que el sorteo de lotería de Navidad se jugaba Anabel los cuartos para que, con un solo décimo premiado, le diese para comprar un adosado, y llenar de dinero la caja fuerte? Porque me temo que los premios que reparten los niños de San Ildefonso no dan para tanto.
- Teniendo en cuenta que el agujero de la palmera está en el jardín, y que ya ha conseguido la clave de la caja fuerte... ¿porqué sube a su mujer al segundo piso? ¿Para no sentirse solo? ¿O es que va a esperar hasta que el agujero se haga navegable, gracias a la tormenta, para entonces hacer balconing con su mujer sobre la improvisada piscina, cual turista beodo en un hotel de la costa mediterranea?
7:35h DE LA MAÑANA, de Nacho Vigalondo (2005)
He de reconocerlo: siempre he sentido una especial debilidad por este corto. Será por ver a un friki, será porque cantan, será por ser un thriller, será porque bailan... Una combinación magistral, y hasta única diría, de comedia negra, musical, thriller y flashmob (cuando todavía ni siquiera conociamos de su existencia). Y es que este corto me hizó dos revelaciones vitales: la primera, que con inspiración y buenos ingredientes, uno se puede atrever a realizar combinaciones imposibles sin miedo. O lo que es lo mismo: la antítesis de la ensaladilla rusa del Bar Sevilla. La segunda, que hay vida exterior (lease, en la calle) antes de las 10 de la mañana.
Una lástima que este trovador del mundo friki llamado Vigalondo haya dilapidado después todo mi respeto cantando en varios sketches y campañas comerciales, parodiandose una y otra vez hasta el aburrimiento... pero no me gusta hacer leña del arbol caido. Yo soy más de mear en los arbustos.
ERAMOS POCOS, de Borja Cobeaga (2007)
Y, en el año 2007, Hollywood descubrió, por partida doble, que en España también conociamos el technicolor. Y que si se ruedan cortos en blanco y negro, es simplemente por esnobismo (término usado con frecuencia por los envidiosos para referirse a la originalidad) y no por falta de recursos.
Como el Notodofilmfest me ha enseñado, frikis y ancianos son un valor seguro a la hora de triunfar con un corto, así que algo bueno tenía que salir al combinar ambos con acierto.
Tal vez Borja solo pretendiese hacer un simple sketch, o convercernos de la necesidad de marcar los ancianos con un chip, cual si de mascotas se tratase, pero lo cierto es que la anécdota final, además de efectivo giro de guión, es capaz de sintetizar de manera brillante algunos de los males de nuestra sociedad.
BINTA Y LA GRAN IDEA, de Javier Fesser (2007)
A pesar de disfrutar vilipendiando a Javier Fesser como miembro del Jurado del notodofilmfest, o como imitador de la estética y estilo de Delicatessen en sus primeros trabajos, a la vez soy capaz de reconocer sus méritos como fundador del notodo, o como director de este corto. Diré además en defensa de este cuasi mediometraje que no se me ha hecho nada largo, a pesar de sus casi 30 minutos. Eso si, no puedo evitar que su esencia me recuerde mucho a "Los Dioses deben de estar locos".
Pero hoy no tengo ganas de ser quisquilloso por ese tipo de detalles. Al fin y al cabo, que "Casablanca" y "Tener y no Tener" sean tan parecidas, o "Con la Muerte en los Talones" y "39 Escalones", nunca me ha impedido amar a todas ellas por igual. Y por supuesto aquí no estamos hablando de tanto parecido... ni de tanta calidad, claro (si es que al final lo tengo que decir todo).
Binta y la gran idea from dburgui on Vimeo.
LA DAMA Y LA MUERTE, de Javier Recio
Si eres capaz de superar con exito el trauma de 45 segundos de títulos de credito, con el reto añadido de encontrar a Antonio Banderas como productor, además de un lento comienzo, podrás disfrutar de un buen corto de animación. Una aventura de corte clásico, llena de golpes y persecuciones al más puro estilo Tom y Jerry, pero con unos originales protagonistas.
Ahora bien: si lo comparas con el corto Oktapodi (corto de animación francés nominado a los Oscar en el 2007 que se puede ver en Youtube), llegas a la conclusión de que a nuestro único nominado en la categoría de animación le pasa como a Bardem en "No es Pais para Viejos": un poco de tijeras le habría sentado estupendamente.