viernes, 17 de junio de 2011

iDiotez

Cada vez que escribo una entrada sobre el hiperespacio, pierdo un lector. Eso, más o menos, es lo que entre lineas vino a decir mi madre cuando descubrió que había vuelto a hacerme al cibermonte.
Pues claro, mamá, de eso se trata. Si lo que escribo tuviese tirón, en lugar del monte, esto parecería el bosque de Sherwood, lleno de proscritos, y a mi no me quedaría otro remedio que ser Robin Hood. Pero mi educación judeo-cristiana me impide saltar de albol en arbol haciendo piruetas sin sentir un poco de vergüenza, y mi dieta no-mediterranea me impide lucir unos llamativos leotardos verdes con el desparpajo de Errol Flynn... ¿O era al revés? En cualquiera de los casos, mi porte me situa más cerca del fornido Goliath que de ese revenido Crispín sajón.

Aún así, y en un momento de debilidad, fruto sin duda del mono de Red Bull, hago propósito de enmienda y me prometo a mi mismo varias cosas: no volver a escribir en el blog hasta encontrar un nuevo festival online sobre el que descargar mi exceso de acidez, no pensar en la necesidad de la eutanasia activa y programada cada vez que me encuentro a Pajares en la tele y ya puestos, no sentir un hormigueo en el estómago cada vez que la princesa Amidala se quita el uniforme.
Pero la carne es débil (además de vasta, en mi caso)... y el vicio fuerte, sobretodo cuando el hiperespacio entero se conjura para ponerte provocaciones en cada esquina. Porque así de peligrosa es la vida en el hiperespacio. Tú vas tan tranquilo por tu camino, pensando en que tipo de carrito te tocará en suerte ese día - uno de los que solo dan vueltas sobre si mismos, o de esos otros que tienen el fondo empapelado con folletos de promoción de cuando todavía se usaban las pesetas - y de repente la provocación se planta enfrente de ti y te cierra el paso: "iToallitas en oferta", reza un cartel gigantesco sobre una pirámide de toallitas para bebés.

¿iToallitas????? ¡Por favor!!! paren un momento el mundo, que esto necesito que me lo expliquen con un poco de calma:
- ¿Han sido diseñadas estas toallitas por la firma de Cupertino? (Aquellos no-lectores que posean un ipod y no sepan que es Cupertino, que sepan que son una vergüenza para su comunidad, los mac-eros, quienes los considerarán unos advenedizos, sujetos al capricho de las modas). ¿Son acaso el último producto de la familia, y serán presentadas por Steve Jobs en su próximo evento a los medios? ¿Veremos al preclaro Jobs hacernos una demostración de uso de las mismas?
- ¿Dispondrán o no de puerto USB? ¿Y soporte Flash? No pregunto por la ranura de tarjetas de memoria, porque eso está claro que ese elemento viene pre-instalado de serie en el hardware del usuario.
- ¿Se podrá entonces descargar por Wifi los últimos éxitos musicales de Operación Triunfo del iTunes y almacenarlos, para después permitir al usuario el gustazo de limpiarse la ranura de tarjetas de memoria con ellos?

Preferiría ignorar que podemos estar simplemente ante el enésimo despropósito de algunas brillantes mentes del marketing. Porque, de ser así, que será lo siguiente: ¿iPañales? ¿iCalamares?. ¿Deberían de haber sido iNdignados en lugar de simples indignados?
Hace unos cuantos años ya nos atacó la moda de lo Bio y lo Eco. Y de aquellos barros todavía nos quedan algunos eco-lodos, como el Ecoasfalt y la Bayeta Ecológica (al menos hemos logrado superar los apretones publicitarios de José Coronado). Luego llegó el eCommerce, el eHealth, eLearning, eMoción... y a este paso, antes de terminar la década, el marketing habrá terminado con todas las vocales del abecedario.

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