domingo, 27 de noviembre de 2011

The Return of the Jedi

Despues de meses flotando sin rumbo por el hiperespacio, dedicado a la meditación interior (o como castizamente dirían en el Bar Sevilla, a tocarme las pelotas), llega por fin el momento de aterrizar. Y de repente me encuentro que allí, en el radar, donde tendría que haber un solo planeta, el Notodofilmfest, hay realmente dos haciendose la competencia: (Notodofilmfest X Edición y FIBABC 2011), cual si de un Zara y un Mango peleandose en una calle comercial se tratase.

Oxidado por la inactividad, y desconcertado por la inesperada duplicidad de destinos, me quedo paralizado. Por suerte, mi organo vital, la barriga, nunca se detiene. Rápidamente comienza a evaluar como afrontar este imprevisto, mientras mi ombligo se pone bizco sin saber a donde dirigir la mirada. Tras una pesada digestión, resuelve que el enemigo de mi enemigo es mi enemigo... si, digo bien, enemigo, no amigo (cuesta mucho encontrar un rival a tu altura como para que ahora venga otro a robartelo). Así que al grito de ¡Armagedoooon!!!!, mi barriga decide lanzar sus naves rebeldes contra ambos planetas, pero antes se detiene a abrir una cuenta en twitter...
http://twitter.com/amargoacido

¡Hay que joderse! ¿Acaso siento ahora la necesidad de mantener puntualmente informado al mundo sobre mi frecuencia intestinal? ¿que será la próximo? ¿Abrirme una cuenta en Facebook? ¿Saludar a los vecinos en el ascensor? ¿Sonreir a los niños? ¿Decirle cosas bonitas a la gente?

Mi primer impulso es tumbar a este pajaraco azul de dos tiros, pero antes decido someter a mi barriga a una inspección general, bajo amenaza de consejo de guerra. Reviso y memorizo la declaración de intenciones de mi misión:
http://amargoacido.blogspot.com/2011/01/hello-world.html

Compruebo, aliviado, que las tropas siguen en plena forma: la misma barriga, la misma pasión por el Red Bull y panchitos... y el mismo poco criterio y conocimiento. La cuenta de Twitter no es más que una condición necesaria para combatir en el FIBABC. Todo en orden. Preparado para la batalla... ¡Que la suerte me acompañe! (teniendo suerte, quien necesita la fuerza?)

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