Han pasado prácticamente nueve meses desde la última vez que escribí en este blog, mientras viajaba a través del FIBABC 2011.
Nueve meses dan para mucho. Una mujer es capaz de recoger una minúscula muestra de ácido semen en su útero y producir con ella un arma de destrucción masiva y encima ponerle nombre.
En nueve meses un ser sin escrúpulos es capaz de sacar tajada de la miseria y la desgracia ajenas y lucrarse lo suficiente como para poder retirarse. Yo carezco de escrúpulos... pero me aburro fácilmente. Y rematar desesperados agonizantes por la crisis que no ofrecen resistencia es como pisar hormigas.
Nueve meses necesita un niño de la ESO para completar otro curso de aprendizaje en la noble tarea de apalear profesores, extorsionar compañeros y "asnizarse". Por fin tenemos un sistema educativo que te instruye para la vida real.
Tuve que interrumpir mi viaje por el FIBABC de manera repentina por un inesperado... ¡Eh, un momento!. Cuando no te han echado de menos, no necesitas justificar tu ausencia. En todo caso tienes que justificar tu retorno, cual enésima entrega de Viernes 13.
Sé que mis detractores ocasionales del FIBABC se quedaron superficial y precozmente satisfechos por lo que pensaban había sido una victoria. Pero, sobretodo, profundamente desolados por quedarse sin su punching ball, sin un enemigo común a quien vilipendiar y satanizar. Porque no hay mejor arma para liberar la frustración y ocultar la mediocridad, ni mejor aliado para ganar apoyos y unir las tropas.
Pero no os preocupeis niñ@s. Aunque no lo sabéis, el hombre del saco ha vuelto. Vuelve por navidad, como el turrón y el notodo. El amargado de la vida. El inculto ignorante con afán de protagonismo, bocazas políticamente incorrecto con verborrea incontenible. El payaso patético que se cree gracioso pero carece de ingenio. El resentido fracasado. El carente de talento. El cobarde y envidioso incapaz de crear nada, sólo de destruir. El infeliz que se cree vuestro enemigo cuando en realidad no es más que un pequeño pero incomodo grano en el culo. El pajillero mental al que le gusta escucharse. El vanidoso que se cree por encima del bien y del mal. El insensible incapaz de apreciar el esfuerzo y la ilusión. El pobre diablo que no tiene nada mejor que hacer en la vida que perder el tiempo viendo cortos.
Ese soy yo. El que intenta daros por culo de mil maneras. Elegid vosotros. Porque si me dejáis elegir a mi, prefiero ser el que viola a vuestras mujeres. Llamadme troll. Llamadme X. Puedo adoptar mil formas. Estoy hecho del material del que están hechas las pesadillas.
Y ahora que ya lo hemos dicho todo sobre mi, tenemos dos opciones: decirlo todo sobre mi madre, o centrarnos en el notodo.
Ese soy yo. El que intenta daros por culo de mil maneras. Elegid vosotros. Porque si me dejáis elegir a mi, prefiero ser el que viola a vuestras mujeres. Llamadme troll. Llamadme X. Puedo adoptar mil formas. Estoy hecho del material del que están hechas las pesadillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario